De la euforia callejera y la realidad cubana

Este lunes 14 de enero muchas agencias noticiosas pusieron especial atención sobre la puesta en vigor de la esperada flexibilización migratoria que elimina restricciones para los viajes de los cubanos al exterior.
Y era lógico, aunque dudo que “la prohibición de salida” deje de ser aplicada por el Gobierno cubano como control, sanción o medida coercitiva para con esos ciudadanos que ahora no mencionaré porque usted conoce bien; es interesante saber que los cubanos puedan ya (al menos, según la ley), viajar al exterior sólo con su pasaporte en regla y, si corresponde, el visado que les exija el país de destino.
Pero ojo, pongamos todo donde va, no debemos confundir esta euforia callejera con la realidad cubana. El Gobierno, utilizando esta medida como antidepresivo para tiempos de desolación, está devolviendo a sus dueños lo que nunca les debió robar, el derecho elemental de migrar, y de viajar al exterior. No es un cambio de política, es metamorfosis kafkiana.
La limosna es buen negocio. Es cierto que dicha medida parece un acto de generosidad, pero es puramente económico. Sólo estamos presenciando otro acostumbrado aquelarre de marketing y engaño, organizado por las mismas personas que llevan años traficando inmisericorde con la ilusión del pueblo cubano.
Hagamos un poco de historia. Hace un tiempo la baja demanda de pasajeros y la pésima dirección del país, causaron un fuerte impacto en los costos operacionales de Cubana de Aviación. El transporte aéreo del país estuvo completamente en quiebra. Cuba se quedó sin aviones y tuvo que vender su cielo, sus rutas transoceánicas y  domésticas.
Fue entonces cuando empresarios extranjeros (y cubanos exiliados) ayudaron a resucitar un muerto que no quería cerrar los ojos. Poco tiempo duró el bienestar matrimonial de estas compañías foráneas con la monarquía verde olivo que, al sentirse reanimada pero muy presionada por campañas internacionales, e intensa y voraz en  ambiciones, recordó que su “business” no estaba en el precio de la carta de invitación, la tarjeta blanca o el permiso de salida, sino en las jugosas ganancias que le puede reportar la venta de pasajes en régimen de monopolio.
Como bien dice el refrán “El gallo nunca se acuerda cuando fue pollo”. Es por ello que hoy, con la obscena cantidad de millones de dólares anuales que llegan desde Venezuela, Cuba restaura su parque de aviación y estimula, a través de “la aprobación de esta maniobra migratoria publicitada como decencia humanitaria”, un flujo urgente de viajantes desesperados obligados a comprar pasajes de ida y regreso.
Y, siendo mal pensado, quizás por eso el pasado noviembre les retiraron los permisos de viaje a las agencias Airline Brokers, cuya compañía operaba siete vuelos semanales desde los aeropuertos de Miami y Fort Lauderdale hacia La Habana y Cienfuegos;  y a C&T Charters.
¿Les parece casual que, después de que miles de cubanos se han nacionalizado españoles, el viernes 7 de diciembre el gigante Iberia anunciara la cancelación de sus vuelos a Cuba por poco tráfico de pasajeros con destino a España?
No, todo es cuestión de dinero. Yo no necesito ir hasta África para conocer a estos buitres que de la cruz, prefieren los clavos.

~ por Juan Juan Almeida en enero 15, 2013.

Una respuesta to “De la euforia callejera y la realidad cubana”

  1. La Reforma migratoria y el futuro de nuestra Isla.

    La reforma migratoria que acaba de implementar el gobierno de Cuba no es mas que una actualizacion de los requisitos migratorios al presente y los cambios representan un ajuste de este proceso a formas o metodos mucho mas provechosos para el gobierno Cubano.

    Las nuevas regulaciones reconocen el derecho que tiene un grupo de Cubanos a abandonar el pais por vias legales, mientras continua restringiendolo a otra parte de la poblacion. El gobierno continua reservandose la autoridad para decidir si profesionales, disidentes o cualquier otra persona en un momento dado podra ausentarse del pais.

    El gran beneficiado de estos cambios como siempre es el gobierno Cubano. La gran mayoria de las decisiones de abandonar el pais estan indiscutiblemente sustentadas por un profundo descontento con la situacion y por extension una desaprobacion del sistema y el gobierno que lo representa.

    En el caso de Cuba, la decision de abandonar el pais lleva siempre una carga de antipatia con el sistema y por decadas el gobierno califico de antisociales y contrarevolucionarios a todos los que llegaban a dicha conclusion y los obligaba a padecer las repercuciones por reclamar ese derecho.

    Les tomo años, pero con el tiempo aprendieron a reconocer y aprovechar los beneficios de una comunidad creciente de Cubanos en el exterior. El exodo de Cubanos en primer lugar brinda la oportunidad de deshacerse de un gran numero de personas adversas al sistema que una vez establecidos en tierras foraneas mantienen una fuente de ingreso considerable a las arcas del gobierno.

    Para el pueblo de Cuba la emigracion se convirtio en un destierro auto impuesto como unico escape a un sistema que parecia tan aborrecible como duradero. El gobierno se especializo en convertir desafectos en emigrantes y emigrantes en subvencionistas de la economia del mismo sistema que los convirtio en emigrantes en primer lugar.

    El abandono del pais como muestra del desacuerdo con el sistema ha sido en Cuba la opcion mas recurrida y por tanto la mas beneficiosa para el gobierno y a largo plazo la mas detrimente para el futuro del pais.

    Las nuevas modificaciones de las regulaciones migratorias daran la oportunidad a muchos Cubanos para huir de la Isla hacia cualquier lugar que les conceda una visa para convertirse en eslabones frescos de esa cadena y poder revivir el mismo proceso de ganadores y perdedores cada vez mas definido y contrastante.

    Ganadores seran los Castros agregando contribuyentes a sus cofres personales con cada Cubano que abandone su pais.

    Perdedores seran aquellos que quieren escapar pero no pueden, aquellos que les gustaria despertar de esa pesadilla en la que viven pero que no tienen casa o carro para vender, ni familiares que le gestionen una visa.

    Perdedores tambien, son todos aquellos que tomaron la educacion “gratis” ofertada por un gobierno que ahora los obliga a resignarse a vivir bajo su dominio. Perdedores seran las familias divididas y la nacion abandonada.

    Creer que libertades a medias representan un aliento a la esperanza es una equivocacion. La libertad para ser tiene que ser plena.

    Las contrariedades de nuestro pais son mucho mas profundas que las facilidades para utilizar una visa. El futuro de nuestra patria depende mas del regreso de los que ya nos fuimos que de la partida de los que aun permanecen alli. El problema de Cuba no es la dificultad para irse, son los obstaculos para volver.

    John Mcholguin
    January 14, 2013.

    johnmcholguin.blogspot.ca

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